jueves, 22 de septiembre de 2011

No me hago artífice de los efectos secundarios que esto pueda tener. Es mera crítica personal. Mis inquietudes, mis obscenidades, lo que al fin mi mente sucia piensa.

No soy más que el resultado de dos personas. Cierto. No he elegido mi cuerpo, no he elegido mi forma de ser, ya que se ha ido creando. Si que he elegido mis pensamientos, y pienso que todo esto es una gran farsa, o que alguien ha sido lo suficientemente listo cómo para engañar a miles de millones de personas y huir como si nada. Aún pudiendo entrar en temas políticos, y como siempre afirmo, no lo voy a hacer ya que no se me da nada bien hablar sobre política, mi campo es otro que todos los lectores de mi blog conocen y probablemente aborrecen ya. 

Todo esto empieza en lo que viene a ser mi yo, no es más que una opinión según mis experiencias. Andaba yo con un par de compañeros por el centro de una gran ciudad, nunca he sido chica de altas autoestimas, así que como de lógica mis amigos intentaban darme una visión más positiva de la vida. Intentos frustrados como siempre, en la conversación yo les preguntaba que en que se fijaban de una chica ( uno de ellos tiene diecisiete años y el otro veintisiete), el chico de diecisiete me contestó que evidentemente en el físico siempre y que la mujer fuera proporcionada, también en sus ojos, labios y demás atributos. El chico de veintisiete, un grandissimo amigo mío en quién confío más que nada en este mundo me contestó con unas sabias palabras:  "Mira Yaiza, te digo por experiencia propia que no te puedo negar en que evidentemente me fijo en el físico de las mujeres, pero como hombre que soy y muchas mujeres con las que he salido te digo que todos vemos a una chica en su perfección cuando nos enamoramos de ella, y para nosotros es perfecta pese 150kg como pese 40kg porqué la amamos y siempre vamos a estar a su lado. Nos gustan sus labios, sus ojos, o sus curvas, pero nos enamoramos de las sonrisas que nos regaláis cuando más las necesitamos, de esos gestos de amor que tenéis hacía nosotros, cómo nos cuidáis, de vuestra preocupación absurda cuando pensáis que nos ha pasado algo. Nos enamoramos de la ternura y el cariño que desprendéis y sobretodo de esa inocencia que aun con el paso de los años no perdéis y que tu, aunque no lo creas, tienes más que de sobras para enamorar a un hombre Yai. Sólo con tu mirada y tu manera de hacer, tan inocente, tan bondadosa cuando demuestras a los demás lo preciosa que eres, lo que disfrutas con pequeñas cosas. Esas cosas te hacen especial, y aunque sé que esto te lo he dicho millones de veces Yai, quién se enamore de ti se llevará el premio gordo, y te lo digo porqué sabes que yo te quiero."
Fueron las palabras más bellas que había oído hasta el momento.
-Jey, eres un cursi- soltó el otro.
Le miró y sonrió.

Este es puramente un texto que pretende darle las gracias a uno de mis mejores amigos, a la persona que más amo como amigo y que espero nunca, nunca perderle. A quién doy mis felicitaciones porqué va a ser papi, igual que a su novia Débora.