lunes, 8 de octubre de 2012

El movimiento se demuestra andando.

¿De qué sirve fingir aquello que sentimos? ¿De qué manera podemos alegar que aquello lo pensamos de corazón si no lo demostramos?
En un sin fin de desengaños amorosos mi corazón empieza a estar un tanto turbulento, odio afirmarlo pero empiezo a estar cansada de intentar ser una buena novia y no recibir más que golpazos en la cara. No soy mala persona, no quiero hacer nunca daño a nadie - aunque algunas veces por errores y malas decisiones lo haya echo- simplemente necesito que alguien ponga tiritas en mi corazón, antes pensé que podías ser tú el que arreglara este embrollo y me hiciera más y más feliz pero últimamente sólo tengo ganas de fundirme en la tierra, de morir lentamente, de volver a desaparecer. Tu frialdad y tu falta de cariño me matan un poquito más cada día y odio pensar que esto quizás no funciona y no nos va bien. El silencio que otorgan tus palabras me atraviesa cual espada punzante en mi corazón, quizás no es vida para mi la de sirvienta de la corte, pues prefiero ser princesa de cualquier trotamundos ilustrado. No quiero reinos, ni dinero, ni palabrería, quiero saber, cultura, ganas, curiosidad, quiero descubrir un mundo nuevo. Sentir todo aquello que nunca pude, el rasguear de una guitarra española en mis oídos, tocar la arena con mis pies, sentir el viento, el frío, el calor, volver a sentir tu cuerpo contra el mío, tus labios contra mi piel. Todo eso que me erizaba y me dejaba relajada, tranquila, me hacía sentirme fuerte tenaz.
Todo eso se ha desvanecido tras tu máscara fugaz... Quiero que vuelva ese caballero que solía recitarme dulces versos al son del compás, que me acompañaba en los momentos peligrosos y en los gloriosos.

Quiero que vuelvas.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Ying Yang

Hacía tiempo ya que no lograba encontrar un momento de paz interior para volver a escribir. Ahora dado que tengo un par de horitas de descanso antes de que vuelva el Terremoto & Cia, puedo dedicarme a escribir. En estas últimas semanas he estimado parte de mi tiempo a pensar cómodamente en mi vida, la cual a desencanto de muchos ha cambiado radicalmente, y quizás a mi propio desencanto, no ha ido por dónde yo quería que fuese. Es cierto que las personas realizamos acciones según lo que parece que queremos pero a veces nos pasa como a mi, que soy Gollum del Señor de los Anillos (J.R.R Tolkien), y es que tengo como dos personalidades. Por un lado tenemos a la preciosa y bonita yo que es cariñosa, estudiosa, extrovertida, divertida, carismática, que ayuda a los demás, que le encanta pensar, leer... Y por otro lado tenemos mi yang, todo lo opuesto la yo borde, enfurruñada, histérica, complicada, mal hablada, contestona, borrachuza, imbécil... Es decir a veces me sorprendo a mi misma de lo diferente que llego a ser y es mucho más fácil estropear una buena actitud que una mala, sin duda. Yo creo que soy una buena persona aunque a veces hago cosas que están peculiarmente mal, pero siempre me he esforzado en ser una buena amiga, una buena compañera e una buena hija. Aunque lo último ha sido lo que más al revés he echo. Aunque mi madre siempre ha sido, y es, una gran persona ha tenido tendencia a sobre-protegerme algo que con el paso del tiempo me ha ido calentando la sesera y que no he sabido expresar de otra manera que no ha sido una explosión radiante de mal genio, malas palabras, agresividad y malas acciones. Nunca he querido dañar psicológicamente a nadie, aunque lo haya echo, y si es verdad que soy una persona muy complicada y que tengo mis formas más o menos sugestionables de ver las cosas. En cualquier caso poco a poco voy a ir arreglando las cosas de mi alrededor que todo ese magnetismo negativo se ha cargado gracias a mi testarudez y mi mal genio. Espero que no os sintáis tan mal por haber puteado al gato después de leer esto.

domingo, 3 de junio de 2012

Descansa

Mi mirada se desliza plácidamente ante tal bella imagen que se me presenta, es sin ir más lejos, su cuerpo acurrucado en mi cama descansando tratando de apaciguar el trote de una mañana de baloncesto intenso. No logro saber qué es lo que debe suceder en su mente, si sueña, si piensa o si su agoto es tal que ni su mente logra funcionar. Mi alma pues descansa tranquila al saber que lo tengo a mi lado, descansando, y yo velando por su sosiego. Es difícil no creer en varios cuentos fantásticos al ver tal criatura a mi lado. Su alma en este momento yace a mi lado buscando la calma que no consigo prestarle yo en mis momentos. Mi dulce príncipe que no hace más que custodiar mi marchitado cuerpo debido al desgaste del dolor inhumano impartido por clases de sollozos que aun no consigo entender, y yo que no le puedo dar la mejor de las relaciones a mi lado puesto a que mi persona es en si misma, un ente cuanto menos peculiar difícil de comprender y un reto para muchos. Aun y sabiendo eso de mi su osadía a cruzado la más grande de las líneas intentando enfrentarse al más temible de los temidos, a mi misma. Luchar contra aquello que yo misma podría arreglar de mi, pero que no me atrevo y que no consigo ver, dándome seguridad y ganas de echarme hacía lo nuevo y descubrir todo aquello con lo que puedo vivir. Siguiendo pues con los sentimientos que albergo en este mismo instante al encontrarme junto a él, no son más que felicidad, alegría, y placidez al verle feliz, porqué cuando él se siente feliz yo también lo soy. Podría decir que ha causado en mi un impacto considerable al venir de distintos mundos pero con el que estoy aprendiendo cosas nuevas, hecho destacable y con el que siempre había querido convivir, con el conocimiento de nuevos mundos, caminos y recovecos en los que encontrar nuevas fuentes de sabiduría aunque más mundana que la de los libros. Es pues como vivir una auténtica bohème, un conocimiento totalmente impracticable si no estás dotado de la mente necesaria para ello. Me siento afortunada de vivir en una especie de limbo, un sueño espero eterno, del cual no quiero despertar obviamente y el cual quiero hacer crecer como si en él fuera mi vida. No me aferro pues tanto a lo sentimental, aunque admito que es una de mis mejores facetas ya que para mi es una de las más bellas, incluso la romántica, si no que deseo que sea una relación fructífera, que aparte de todo me haga crecer como persona, y creo que lo estamos consiguiendo, cada día me siento un poco más feliz, un poco más apañada, me siento algo más alegre puesto a que mi corazón se ha desarmado ante tal caballero que ha conseguido hacer de mi, una dama especialmente en apuros, a una soldado raso que por el momento ha tocado de pies al suelo. ¿Es un buen paso no? Bajar de vivir en el Olímpo, a tocar el suelo con mi propia piel. Eso ha echo que mi desdichado interior tome algo de luz y decida salir al frente. Todo por esta deidad dotada de poderes para hacer de mi una persona capaz y seguir hacía el nuevo futuro.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Me equivocaría si dijera que esto no me encanta en su plenitud. Es pues el más bonito de los versos escritos, es el más fantasioso de los sueños, es la más bonita realidad que he podido vivir. Nunca he sabido expresar mis sentimientos de alegría de una manera adecuada, puesto a que estoy acostumbrada a llorar en cada esquina y sentirme débil ante las adversidades. Me he echo fuerte, me ha echo más fuerte. El silencio de cada mirada en latente composición se posa ante mi abriendo mi corazón de una manera desmesurada, creando en él la inmensurable sensación de devoción hacía él. Me gusta despertarme bañada entre el cálido contacto de su piel contra la mía, sentir sus manos deslizarse por mi cuerpo. El presente aliña mi vida dándole salsa, dándole vida. El sol brilla en un cielo azul, dibujo en el cielo con colores, pinto las calles de alegría, le sonrío a la vida para poder seguir adelante con mi rareza. Los pies descalzos sobre el arena de la playa, los detalles de la sonrisa que me regalas me da vida, me alza, revitaliza.

martes, 15 de mayo de 2012

Versos

Camina descalça buscant un lloc on refugiar-se,
suspira, mira, se sent lliure ja ha trobat una vía.
Es fosc i no es veu re, al fons una ma la guía,
ja no hi ha por no hi ha raó per amagar-se.

El silenci l'envolta respira amb força s'atura,
l'ombra l'acull rep la seva vetlla dolçament.
Perd la vista entre els seus filaments toca,
sent que ja ha comensat a viure, ara es present.

S'amaga entre els matolls en busca d'un petó,
qui sap on va desaparéixer el seu cor petitó.
L'ha trobat una ànima abatuda consternada,
que te forma de pedra de roca consagrada.
Què farà si el somni ha comensat? Si la vida
li ha regalat mil raons per tornar a somriure.

L'estrella s'il·lumina obre el camí nou de la vida,
la pell frec amb frec revifa el rampell del dia.
Doma a la fera la sang de les preses de la nit,
s'ha ferit amb la fletxa d'un pobre perdut garrit.

La llum dels inermes desvalguts trona al ritme
de la jovial tempesta de la seu càlid afecte.
No es sòrdida la passió del  dos fanàtics 
tothom diu que s'han convertit en vesànics. 

S'amaga entre els matolls en busca d'un petó,
qui sap on va desaparéixer el seu cor petitó.
L'ha trobat una ànima abatuda consternada,
que te forma de pedra de roca consagrada.
Què farà si el somni ha comensat? Si la vida
li ha regalat mil raons per tornar a somriure.

Tornarà a reviure la flama que perdura sempre,
a crear un nou món per aquells qui volen volar.
No sonarà ja la cançó desamparada del orfe
qui ha descobert qué es sofrir per estimar.

martes, 10 de abril de 2012

Cambios


¿Chute de felicidad en poco tiempo? Sí. Sonrisas escondidas, besos y cobardías habían hecho de esos pocos momentos memorables. El primer número par se había hecho ápice de la situación, sólo tiempo y mirar sus ojos, oír sus palabras e incluso besar sus labios. Lo suficiente para cambiar de parecer alguien que había pasado una parte de su vida en constante ataque con el mundo, sin esperar nada a cambio, sin querer atarse ni perderse. ¿Qué necesidad había pues, de encontrar semejante persona? No había tal necesidad simplemente pasó a formar parte de un momento en concreto y dio paso a un cambio de mentalidad efectuado de manera involuntaria y rápida. No quería quizá despertar de esa burbuja tan repentina y alentadora, pero cabe decir que había causado en ella un efecto relajante que sin duda necesitaba, quería y hacía tiempo que no sentía. El dolor no formaba parte ya de una expresión de su cara, pesé a que tiempo atrás una mueca de silencio se cernía a sus extremadas expresiones cegadoras. El aliento y la sonrisa habían inaugurado en sí un apogeo de sentimientos contradictorios que se entumecían en su alma. Volvía a sentir con claridad y distinción, sabía decir que es lo que sentía. Al respirar sus ojos miraban de otra manera al despertar, se enfrentaba a la dura realidad con aún más razones de las que ya había sido dotada para plantar cara a un mundo cruel. El sonido de lo apetecible se mezclaba en su mente formando tonos luminosos y pasteles, que pintaban en si un bonito lienzo de atajos primaverales. El rumor de las olas se postraba ante ella dejando un sabor dulce del cual no quería escapar. La euforia del momento daban de sí para seguir soñando, pero no abandonaría un barco por muchos golpes que tuviera, no abandonaría un bote dejando en él un corazón. Creía volver a sentirse capaz de avanzar en línea recta reforzando a cada paso que daba, dando sentido a un camino con destellos y sueños. Sus pies tocaban de manera descalza el arcén que ya pisaba, no olvidaba que su vida allí a bajo tenía un recorrido, pero ahora volvía a poder dejar expresar una parte de sus sentimientos ya no tan negativos como antaño para el porvenir. A prior hubiera dudado de semejante forma de entrever una relación, ahora podía decir que la veía alegremente. El futuro quedaba lejos más allá de la mar, en su barco estaba montada con rumbo al progreso, al descubrimiento, y qué, con cada uno de estos se sintiera más aferrada gritando libertad a pleno pulmón. El eco de su corazón ya no estaba vacío ahora latía con perseverancia, creyendo y amando aquel tesoro que había encontrado y que quería conservar con sumo labor, no se creía aun meretriz de tal trofeo, de tal trato constante, aún así lo deseaba y le contentaba. El silencio creaba un si de gozo incomparable.

viernes, 6 de abril de 2012

A vosotros.

Admito que mi forma de ver el mundo quizá no es la más apropiada ni tampoco la verdadera. No pretendo que nadie se sienta mal al leer algunas de mis publicaciones, esto simplemente es un pequeño espacio cibernético en el cual me dedico a expresar mis bastos sentimientos. En fin hablando de ellos, últimamente me veo realmente sorprendida por mi capacidad de socializarme, puesto que en menos de tres meses he conocido gente que se ha vuelto realmente importante para mí (nada de chorradas amorosas, si no amigos). Gente con la que me divierto un montón y tenemos proyectos entre manos, me entienden y puedo hacer bromas random, y se ríen. Por fin estoy en mi salsa. Sin olvidar claro a mis amigos de toda la vida que son quiénes yo quiero a morir, obviamente. Por fin siento que no tengo que vestirme de algo que no soy, y todo esto me está dando fuerza para empezar a sentirme bien conmigo misma, eso y otras cosas ya que no todos los pilares de mi fortaleza residen en los demás, eso seria una apuesta muy arriesgada. Empiezo a sentirme bella, por así decirlo, hablando de mi pues yo vivo en Mordor (a bromas como esta me refiero). Dentro de todo empiezo a sentir que no estoy tan mal, y que realmente la gente que se fija en mi ve algunas cualidades las cuales, valga la redundancia, yo me niego a ver. Sé que este escrito es mucho más directo y menos enrevesado que mis anteriores posts. Pero es que me veo por fin saliendo de este pozo inmundo y pedante en el cual llevo casi un año, des de que me dejó. Pues he conseguido salir, gracias a las manos de mis amigos, colegas y familia que se encontraban en el fondo del túnel. He conseguido empezar a sentirme bien conmigo misma y ser lo que siempre he deseado.


Gracias a todos. Sabéis que os quiero coño.

domingo, 25 de marzo de 2012

Ese mundo no es para mi

¿Cuantas veces me ha repetido ya que nadie me va a mirar? Quizás tenga razón y es que no me siento bien en ese mundo, lleno de tacones altos y de camisetas de princesa, vistiendo largos vestidos siendo Cenicienta. Yo me veo mucho mejor cuando voy con mis camisetas anchas y mis jerseis. Yendo a mi manera, con mis bragas de bandera. Pero sus palabras se clavan en mi espalda como cuchillos afilados que me desgarran y me apuñalan. Me duelen sus palabras aunque no sé si se percata de ello. Yo intento pasar de ello, pero al final mi mente rechista y contesta, entonces soy yo la mala por intentar ser yo misma. Puede que en mi mundo no exista un final feliz, y que yo no sea una princesa de cuento de hadas con una larga cabellera y un vestido de flecos, puede que no exista ese mundo para mi, con un castillo un lugar tranquilo dónde vivir. Puede que no haya lugar para mi en este mundo que todas acabamos encontrando. Porqué siempre he creído que a nuestra manera cada princesa del reino que sea encuentra su príncipe. Y ya no es por mi longeva edad que crea o no, primero se tiene que experimentar, conocer, descubrir, viajar. Pero nunca he dudado de que algún día me enamore de una mirada, de un gesto, de una palabra. Pero según ella ese mundo no es para mí. Los hombres no miran a las mujeres de mi calaña, soy la paria de mujer condenada a perderse entre macarras y gilipollas de medio pelo que sólo se miran a ellos. En este mundo en el que yo nunca he querido dar una gran importancia a lo estético o lo físico, porqué creo que el amor va más allá de la ropa o de que marca vayas vestido. Siempre pensé que el amor existía más allá... Pero resulta que no es así, que vivo condenada en un mundo de etiquetas y vestidos, en el que si no das la talla pasas a ser chica de outlet. Pese a lo que diga, yo quiero enamorarme de una mirada, compartir una canción, ir a una exposición, disfrutar de una noche de cama abrazados y sin ropa, contemplar las estrellas en una noche calurosa, poder ir a un concierto, hablar de música, de libros... Extrapolar una relación no tan sólo a lo físico si no a lo mental, evidentemente sin dejar de obviar esa atracción física que debe existir para complementar las dos partes. Pero ese mundo no es para mi. Ya nadie quiere enamorarse o mirarse a una chica bajita con el pelo rizado, con ganas de conocer, amante de la cultura, de todos los tipos de música, que disfruta como una cría oyendo una guitarra o un saxofón, a quién le gusta la Belle Époque y leer un libro los domingos por la mañana mientras se toma un café. Amargándome pues con mi máxima reflexión interna no dejo de pensar que me iré caminando de este mundo sin tener una mano que me ayude a levantarme si me caigo. Porqué aunque yo no lo muestre muy a menudo también tengo mis sentimientos, y lloro, y me enfado... Avanzaré el sendero sola esperando que alguien de este mundo se de cuenta de lo que soy yo por dentro.

martes, 20 de marzo de 2012

La sinfonía de los perdidos.

Sonaba ya la última sinfonía del reparto de su vida. Aterraba sobre la música una crueldad entumecida en notas aglomeradas pretendiendo destacar en un compás irregular. El silencio se prestaba negativo ante la vengativa de las dulces corcheras que no podían remontar ante una negra. La responsabilidad ajetreaba con unas erguidas cadenas contra los cuerpos de los inútiles que recreaban tal dulce melodía que elevaba la autoestima de los pocos oyentes que acudían a tal recital. La sangre brotaba de sus cuerpos consumidos por el miedo, el terror de la pérdida del todo. No podían notarse con tranquilidad los sueños de cada uno de los músicos que formaban esta banda tan peculiar. La sinfonía de las almas perdidas no tenía ya más notas para actuar, la crueldad y la agresividad de aquellos que consideraban que su papel era cuanto menos despreciable atacaba contra su dignidad y su amor, no podían articular palabra alguna. Las muecas de dolor formaban en sus rostros la peculiaridad de lo permitido, huyendo de lo prohibido. El redoble de tambores resalta el paso al qué van avanzando, nadie es consciente de lo que pasa a su alrededor, el dolor ya no tiene voz, ha perdido el significado mientras se disipaba en la niebla. La languidez de los cuerpos vuelve a repetirse sintiendo que han vuelto a aprovecharse de su mente de su bondad. Atacan a su virtud y su respiro, les abandonan en la cuneta de la vida esperando que aquellos que no merecen camino pasen adelante obviando aquello que los demás saben hacer. Ya no importa que ellos entonen la más bella melodía, o representen el bello fervor de la vida, que pongan en su trabajo horas y tiempo. Ya no importa que sentimiento corresponda en su mirada, qué es lo que viven o hacía donde quieren ir. Han vuelto a morir.

lunes, 19 de marzo de 2012

El viento resoplaba entre su pelo, el silencio se apoderaba del estadio en el cual se encontraba, las palabras no eran capaces de ir más allá de lo que había ido su corazón. En su mirada vacía llena de dolor, de pésimos pensamientos buscaba pues una brecha por dónde escapar de tan arduo tormento que acarreaba sobre ella un enjambre de mutilantes ideas que no hacían más que dañar su persona y su existencia. El placer de lo rotundo había quedado sumido en la presencia de sus palabras dotadas de inexperiencia y de error. No podía huir del destino que estaba escrito y aún así se jugaba constantemente una plaza en Gaia, el listado de errores que había cometido no se quedaba corto ante otros posibles pecados que ensuciaban su respeto y su imagen. Pero hacía tiempo que había mandado a coser una nueva porqué la vieja ya le estaba pequeña, sus ansias por crecer y demostrar lo indemostrable quedaban sumidas en la presión de lo desconocido, no era capaz de explicar los hechos que le rodeaban y ya intentaba dar recetas para la vida.

Sus más preciados momentos recaían sobre la lectura de alguna escritura en la qué aprender a vivir, o a ser. Su alma se había perdido entre tantos escaños que luchaban por salir adelante en ese parlamento que era la vida. En el cual por mucho que hablaran nadie les escucharía, formaba parte de la minoría resignada que rehuía de si misma alejándose en paraderos desconocidos y abusando de los placeres terrenales para dejar de pensar en sus tormentos que aún les perseguían. Miles de almas anonadadas y perdidas en campos vacíos y llenas de penumbra, todas huyen de palabras que les han dañado y de las cuales sólo pueden esconderse respondiendo de la pero manera y es volviéndose como estas. Huyen de un pasado que les persigue con cadenas que les aferran, con los sentidos que les pierden. Son la minoría perdida que nadie entiende, que todos critican quiénes sólo buscan encontrar la paz en un mundo lleno de maldad y de odio. Son el silencio de lo dicho, lo prohibido de los pecados carnales, buscan la lujuria y la vanidad para escapar de sus ojos, de sus mentes. Las percepciones son múltiples ante estos individuos qué suelen encontrarse en laderas mullidas para recostar sus cuerpos, para recalcitrar sus sentimientos, para esconderse de los pensamientos negros y andar sobre las estrellas. Son mentes libres atadas por múltiples cuerdas, que les oprimen y les condenan a vivir intranquilas buscando su estrella en el cielo mientras se arrastran por el suelo. Nunca más se verán capaces de responder afectivamente, se desentienden de todo lo que les haga débiles por miedo a volver a ser dañados y por eso todos se esconden en caras de mezquindad y sobre vanidad.

No son pocos los que pecan por huir de su pasado, son muchos los que aún no saben vivir su presente, y pocos aquellos que disfrutan de lo vivido y se alegran de lo que está por vivir.

¿Quizás sea...?


Hacía tiempo que se había cansado de ser cómo las demás, había perdido las ganas de lucir el palmito frente a cubos de basura sin ideas ni ideales. En su corazón la libertad rugía como un motor de una motocicleta, por sus venas corrían miles de pentagramas llenos de negras y corcheras, miles de sinfonías diferentes, de rock, de jazz, de punk. En su cabeza recorrían miles de ideas alocadas vestidas de colores y de ganas de aprender de la vida ya aburrida con tener que verlos cada día. Estaba cansada de su vanidad reiterada de esas miradas de superioridad al creerse más por vestir de Prada o de pollas en vinagre. El sueño de su vida era recorrer las calles haciendo llegar su voz y sus ideas a todos los que pudiera, compartir cultura, viajar y nunca dejar de aprender. Se sentía un león encerrado en una jaula con monos adiestrados a golpe de remo. Sentía que en su sangre corría el valor de seguir adelante aún sintiéndose impotente ante ellos. La cosa cambió radicalmente cuando hace un año se desprendió de un chupete y una cadena que la tenían atada a unos ojos engañosos que sólo valían a ratos y por su tercera pierna. Se sentía más que libre de hacer lo que quisiera, y aún no siendo la más guapa ni la más refinada de todas sus amigas tenía algo, algo que hacía que todos los hombres se giraran al pasar, que sentía que las miradas se centraban en su peculiaridad, en sus pocas virtudes y en sus muchos defectos tal y como ella sentía. Sus miradas eran presa de su poco ego, alimentado por miles de críticas ya recibidas con anterioridad, y que ahora no conseguía redimir en su mente, que la atormentaban noche y día, cuando se levantaba por las mañanas y cuando dormía por las noches. ¿Qué tendrán sus ojos? ¿Qué tendrá su mirada que a todos emboba? ¿Que hay en su mente, en su personalidad que atrae a los que le rodean? Ella misma no era capaz de responder a tan duras preguntas que algunas veces le habían hecho sus fieles compañeras. No sabía que había de peculiar en su comportamiento poco femenino, en su gusto por la cerveza, el sexo e incluso los videojuegos. Tampoco sabía si se trataba de su gusto por las películas de ciencia-ficción, su afición a los libros, sus peculiares gustos, y su forma de vestir tan poco sexy. No era capaz y no creía a nadie capaz de responder con eso. Quizá robaría muchos corazones pero eso no quería decir que ella fuera feliz haciéndolo, ella huía de un dolor que aún la perseguía, de un miedo de volver a ser esclava de las palabras de un macarra con ganas de molestar al personal, o de algún buen orador que supiera engañarla. Quería ser una mujer libre para volar el mundo a su manera, esclava de sus pensamientos y de sus miedos, pero de momento no se veía capaz de afrontar nada con firmeza. E incluso luego de haber sido dicho friki, especial y rara ella seguía orgullosa siendo quién era, temiendole a volver a perderse en los ojos del mar bravío.

lunes, 27 de febrero de 2012

En una esquina.

Recorría las calles de Barcelona con sus gafas de pasta de color verde fosforescentes, una sonrisa en sus labios y muchas ganas de disfrutar de cada uno de los momentos que le pasaban por la cabeza. Bajaba las calles de paseo de Gracia como quién no quiere las cosas. ¿Su indumentaria? La de siempre, un jersey bien ancho y debajo una camiseta de algún grupo de música, unos pitillos y sus deportivas negras. Cantando como siempre alguna alegre canción que le motive a seguir de nuevo sus pasos. Anda despreocupada, sin pensar ya que qué pensarán de ella los demás. La felicidad la embriaga, ya ha superado esa etapa de amargura en la que vivía encerrada por los fantasmas de un pasado que no la dejaban avanzar. Va dando saltitos hasta que llega a la esquina del edificio del Fnac en plaza Cataluña. Allí saca su mejor sonrisa y un buen salto y se abalanza sobre sus amigas, que contentas por su felicidad le dedican una sonrisa llena de orgullo y emoción por ver sonreír una alma en pena.
El buen tiempo las acompaña y durante el día disfrutan paseando por el mar, por las tiendas, probándose ropa, vistiendo atuendos estúpidos, silbando a los chicos guapos, tomando un café hablando de sus cosas. Al caer la noche pasean por la calle de Marina y se sube a un pequeño poste, extiende los brazos y se siente libre por una vez. Ya nada le ata, por fin siente que respira aire puro, que sus pulmones se llenan de palabras tales como alegría. Que ya no le preocupa encontrar o no el amor. Hay mucho tiempo por delante, y muchos caminos que recorrer. Y cuando aparezca le recibirá con los brazos abiertos. Porqué sabe, que aún no a aparecido, pero que se esconde en cualquier esquina.


Sin pedirlo ni quererlo ya le toca ser algo feliz.

martes, 14 de febrero de 2012

Morí

El camino es oscuro, el suelo está frío, toco con las manos delicadamente la superficie está mojado parece asfalto, es frío, se me eriza la piel. Miro al cielo no hay ningún punto luminoso que pueda mostrarme por dónde he de ir, hay unas nubes que acechan peligrosamente sobre el cielo de la carretera dónde probablemente me encuentro. Veo un rayo seguido de un fuerte estruendo se avecina una fuerte tormenta. Me intento levantar pero mis piernas ya no aguantan más, mi cuerpo no responde ante los estímulos de mi cerebro, definitivamente no puedo. Mi cuerpo pesa mucho, más que mil toneladas. Empieza a llover de forma intensa, no puedo evitar llorar, sentirme desamparada en el silencio eterno que me provoca temor, estirada lamento no poder hacer nada al respeto y saber que en cualquier momento podré morir. No tengo esperanza de salir adelante, se ha perdido toda en el silencio. Ha quedado sumida en nada, sumergida en miles de palabras que no tienen significado en mi cabeza, figuras sin sentido, frases aleatorias que no me dicen nada. No espero que me salven ni que lloren por mi. Sólo que me recuerden de la forma más honrada posible. Temiendo pues ya por mi venidera muerte miro a mi alrededor y me falta el aire, siento que me voy vaciando que voy expirando poco a poco el ardor de mi corazón se va enfriando. En un segundo dejo de notar mis manos y caigo extendida al suelo sin poder hacer nada mi cabeza rebota contra la calzada, dejando mi vista nublada, sólo soy capaz de parpadear levemente cada unos segundos, mi pulso está contado no voy a durar nada, no voy a volver a sentir cómo lo había hecho tiempo atrás. En mis últimos suspiros decido recordar qué tanto he amado durante mi vida, y lo rápido que esta puede irse, que tanto me quedaba por conocer, por sentir, por ver. Que el silencio y las palabras formaban parte de mi vida, el te quiero y el te odio eran mi pan de cada día, que las sonrisas nunca se borraban de mi cara aunque estuviera triste. Y que moriré sin saber nada y creyendo que lo sé todo.
Veo una luz tenue que se va acentuando por segundos hasta que al final noto el calor de un cuerpo en mis extremidades y mi espalda, mi cabeza se va hacia atrás, cuando ladea le veo. Soy feliz, sé que al menos moriré entre sus brazos.

martes, 24 de enero de 2012

Le Pin Up

Hoy nos encontramos en un lóbrego bar de las entrañas de alguna ciudad conocida. Una vieja taberna de los estilos más olvidados del mundo, en él se encuentran miles de almas perdidas sin rumbo alguno, sus ojos se clavan en sus largas copas de cerveza o sus combinados de media noche. Las gentes más marginales de los barrios del centro de la ciudad se centran en ese bar para encontrar entre ellos la placidez del alma y dar un respiro a sus jodidas vidas. Las mesas son de madera antigua, los taburetes de nailon rojo, chispeantes. En la barra un chico joven de apariencia atractiva un tanto ruda, le llaman Thor por su aspecto vickingo. Al fondo un pequeño escenario con no más de dos pies de altura, un micro vintage.

Entra por la puerta una mujer muy joven su melena rizada cae sobre sus hombros, sus labios rojos atraen todas las miradas de los hombres que ocupan la sala sorprendidos de que semejante belleza entre por la puerta, las mujeres -pocas que hay- la miran con recelo. Luce una falda alta de tubo negro que resalta su curvilíneo cuerpo, arriba una camisa de manga corta roja abierta mostrando su escote, sensual pero sin pasarse. Unos zapatos de tacón no muy altos de color negro le dan un toque más que sofisticado a la muchacha. Se acerca al camarero quién parece ser conoce. Sinuosamente y moviendo sus caderas, haciendo que los ojos de todos aquellos que ocupan el bar se posen en ella. Anda tranquilamente hacía el escenario, donde se incorporan un pianista y un contrabajista. Nadie sabe que por dentro ella es la más desdichada de todos. Su vida ha sido repleta de altibajos sin sentido más que momentáneo. Su amor quedó encerrado en el corazón de un antiguo hombre que ya olvidó y nadie se atreve a ser lo suficiente para ella. Se posa delante del micrófono para entonar las más dulces notas de Jazz que ese bar jamás conocerá. Su voz muestra su dolor, su pasión, sus momentos perdidos, sus esperanzas ahogadas en un vaso de Vodka. Sus lágrimas se deslizan suavemente por sus mejillas, sus sentimientos más perdidos, su insignificante voz sólo cobra sentido con el dolor...

domingo, 15 de enero de 2012

Sueño celta

Y el viento sopla en mi interior, las laderas rebosantes de mundos que recorrer de paraderos por conocer. Camino y salto entre los inmensos campos verdes que me rodean, la hierba me llega hasta las caderas no puedo evitar dar vueltas, cantar, correr, llorar, sonreír. El sol me acompaña en una cálida mañana en qué mi mente busca salidas a los sentimientos perdidos que me persiguen, me espían, me corrompen. Miles de flores me miran ayudando que el día resplandezca en verdor y luminosidad, la esperanza corre por mis venas, la música fluye mientras le busco. Busco mi dios celta con el que pueda perderme en los vacíos del tiempo, busco alguien con quién compartir todos mis buenos y malos momentos, alguien a quién hacer sonreír, alguien que me comprenda, que me pueda estrechar entre sus brazos con quién encontrar un vínculo tan fuerte que nada pueda separarnos. Quiero perderme en su mirada, refugiarme en sus brazos, acariciar su pelo y volar entre sus besos. Busco la silla de Ainé, sentarme y rozar la locura, perder la cordura, corro entre los verdes prados que me rodean, las primeras gotas de lluvia caen sobre mi cuerpo, Ainé me pide que espere y que deje de buscar que beba de los manantiales sagrados de la vida, que aprenda a correr sin medida, a amar sin sentido, y que mi dios celta aparecerá algún día. Yo le dudo de mi posible vida, le masacro con dudas y desilusiones, no soy yo digna de un hombre con tales cualidades le digo. Ella responde que en el mar de la duda de entre algún lugar surgirá él, que también esta buscando su hada celta su mujer perfecta. Ainé se disipa en la niebla. La lluvia se intensifica, y me siento en la pradera a contemplar lo de mi alrededor. Las lágrimas inundan mi cabeza, la incertidumbre, la desdicha el miedo. La noche se decide a acompañarme en mis momentos de soledad dónde sólo puedo tocar esas flores que por la mañana también están. Mis pensamientos se pierden en la estela de las estrellas fugaces que iluminan mis noches, dejo en cada una de ellas una esperanza, un trozo de vida mientras veo que en ellas se pierden mis días.

jueves, 12 de enero de 2012

Hipócirtas, hipócirtas everywhere.

Siempre me ha resultado criticable la manera en cómo muchas personas tildan de hipócritas a otras por no pertenecer a un colectivo o por el hecho de enamorarse. Qué dulce suena la palabra amor en otras bocas, cuando no eres tú el que está sufriendo sus desairados efectos. Aún así volviendo a lo que principalmente quería hablar es que nunca he entendido porqué tendimos a decir que los metaleros tienen que salir con chicas metaleras llenas de pircings, y porqué los supuestamente pijos tienen que enamorarse de chicas de su misma condición. ¿Es qué no aprendimos nada de los grandes romances de la historia? ¿Que la gente nunca ha visto la Dama y el Vagabundo? Con eso vengo a decir que la persona que se enamora de otra por su condición social o su pertenencia a una tribu urbana o simplemente a un corriente musical. Me pondré en claro ejemplo a mi, yo soy una amante de la música en lo general, me gusta el jazz, el rock, el dance, el metal e incluso el punk. No entiendo porqué el este significante hecho haga que la gente me tache de hipócrita por encontrar atractivo des de a un chico que prefiere el metal, a uno que le guste el jazz. Estoy harta de las mismas tonterías de las mismas clase de banalidades que me ponen enferma día tras día, porqué oigo miles de frases reprochando en mi muchas cualidades por el simple hecho de cómo me visto o que música escucho. Estoy harta de tantas gilipollezes en las mentes de hoy en día, que yo pueda querer a las personas por lo que son sin que los demás tengan que decirme lo que debo, que pueda llevar el pelo corto y seguir siendo una chica, que me puede gustar el fútbol, el rugby y el rock y seguir volviendo loco a un hombre cuando me pongo una falda. Me da igual lo que digáis lo que penséis e incluso como actuéis no sois más que muñecos presos de los pensamientos establecidos por una burda sociedad que se ríe de nosotros cada vez más. En momentos en los que deberíamos juntarnos todos los jóvenes para luchar contra aquellos que han decidido que nuestro futuro no va a valer una mierda estamos peleándonos por que tribu urbana tiene más seguidores o que pareja da más el pego. ¡ESTOY JODIDAMENTE HARTA! Y sí, me rabia mucho que yo sea una mujer pelo corto, me visto cómo me parece dependiendo del día y que me tachen de hipócrita. Hipócritas vosotros por no querer a las personas por quién son si no por cómo visten. Hipócrita el metalero que se ha enamorado de una pija y no lo dice para no quedar mal con sus amigas, hipócrita el pijo que se ha enamorado de una perroflautas y tampoco lo dirá nunca. Dejad ya de regalar vuestros pensamientos y que sean programados, empezad a gritar y a luchar por lo que de VERDAD queréis.

viernes, 6 de enero de 2012

Yo, tú, él.

Mis sentimientos parecen muchas veces enterrados en el fondo de una alma que a primera vista puede parecer ruda, fuerte y tenaz, que no se dobla ante los malos momentos y que sigue a delante sin poder decir más que simples palabras que carecen de sentido alguno. Me miro al espejo y por fuera me veo cómo una muñeca de paja, ruda , salvaje y que raspa. Cuando en realidad soy una muñeca de porcelana, fría, frágil, con muchos sentimientos y que se daña al mínimo golpe. Quizás me podría definir como una Matriuska, con muchas capas, difícil de saber nunca como estoy, que pienso o simplemente que es lo que quiero hacer. Soy una persona difícil, lo admito. A la vez me miro al espejo y veo como mi alrededor se degrada, se difumina entre muecas de dolor y sufrimiento, la alegría es un sentimiento pasajero que tuve en un momento determinado y que ahora he olvidado. No puedo parar de romper esas cosas que me rasguñan que me duelen que me fastidian porqué al fin y al cabo soy más débil de lo que parezco. Lucho contra mi misma porqué yo soy mi peor enemigo, sé mis puntos débiles y mis puntos fuertes. No sé si será el momento en el que me encuentro, la situación en la que me veo, haber perdido a quién yo más quería, querer a dos gilipollas, o simplemente que soy yo una de ellos. Llegados este punto no sé sólo que encontrarme defectos, y defectos, soy incapaz de confiar en mi misma, de ver como llego más allá y dentro de mi tengo una batalla dura que quiero ganar y que me da lo mismo si tardo más o menos, pero pienso llegar a la meta cueste lo que cueste, llore lo que llore haga lo que haga falta. Mis sentimientos no los cambio por nada del mundo. El camino esta lleno de piedras y me cuesta elegir si voy para la derecha o la izquierda, espero que el tiempo me premie con las respuestas que busco en mi cabeza, aunque suenen a sueños o ilusiones nunca perderé la fe de seguir caminando aunque sea descalza.

jueves, 5 de enero de 2012

El susurro del viento acariciaba su castaña melena de pelo rizado, ante sus pies una ciudad iluminada por la luna, la noche su eterna acompañante le servía un veneno que era efímero en su piel el malestar y los sollozos se hacían pesa de su alma cada media noche. Al observar detalladamente el precioso astro nocturno su corazón quedaba reducido a nada, recordaba los latidos emergentes de su pecho, los besos perdidos en callejones y las sonrisas matutinas al despertar en su eterna mirada. El tiempo hizo que la sangre brotara de su cuerpo como si de una fuente se tratara, no le importaba la vida o la muerte sólo quería ver como se iba mutilando lentamente.