miércoles, 22 de diciembre de 2010

El qué

Y en lo difícil, los humanos tienden a encontrar ese qué, que nos hace diferentes de otras especies animales. Ya bien sea a conseguir un objetivo marcado por encima del estatus social, en algunos tiempos, o bien sea crear una revolución. Tenemos varios ejemplos de cómo la humanidad a lo largo de los siglos, ha echo de pequeñas cosas la grandeza que ahora vivimos. Pero no quiero hablar de la hipocresía que nos rodea, tema que daría mucho que hablar sin duda alguna. Quiero hablar de este qué, que nos empeñamos en encontrar a cosas tan banales.

Hablemos pues de la mente del hombre, así por encima. Vamos ha hablar en este caso ( y sin querer ofender a la raza masculina) de los hombres. Entonces, aplicaremos una cosa tan simple como es una relación entre un hombre y una mujer, en pondremos un bar. Voy a poner una pequeña como historieta, así que pondremos nombre al hombre en cuestión, que se va a llamar: Carlos, Carlos un chico de veinte años aproximadamente, de buen ver, moreno, alto, con los ojos verdes,buen estudiante un chico que todas las abuelas y suegras quieren. Y en este caso pondremos a dos féminas, Lorena y Coretti. Lorena es una chica fácil dicen ellos, es guapa, con una buena delantera, delgada muy delgada, con un trasero remarcarble, y tiene diecinueve años. Su amiga Coretti, algo menos agraciada de cara, y físicamente normal, pero con una gran inteligencia e cultura, a la vez de un gran sentido del humor. Lorena se ha fijado en Carlos, así que ella tan abierta como es va a hablarle sin ningún tipo de problema, a lo que su amiga le acompaña para no quedar sola. Carlos al verla acercarse no se lo cree, que una chica como Lorena, tan "pivón" se le aproxime. Se fija mucho en su cuerpo y le encanta. Hablan y hablan toda la noche, a lo que Coretti queda en un segundo plano. Más tarde quedan para ir a hacer una copa en casa de él. Cuando se despiden de Coretti, Carlos la mira, tiene un qué, que no sabe lo que es exactamente pero le encanta. Después de echar un agradable polvo con la chica, aún mantiene en su cabeza a la amiga...

En fin, una pequeña historia más bien típica, o mejor dicha tópica del comportamiento humano en este caso. Lo mismo pasa con las mujeres, es decir fijarse en ese qué, que tiene el hombre un hombre sin necesariamente ser el más guapo o perfecto. Estas acciones nos condenan a vivir pensando en negativo hacia nosotros, por que aquellos que van diciendo que son los más guapos o las más guapas, son los más inseguros de si mismos. Y sé que no es una cosa a comentar, pero tiene su qué.
No sabría con exactitud definir este término, ese algo abstracto que no vemos pero esta allí.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Sigue


Y caminas por la calle buscando un sitio donde refugiarte de todas las miradas, un sitio donde sentirte completamente tú. No quieres más que tranquilidad, pero la vida te premia con dudas y problemas, no sabes donde mirar, tu vida esta perdida y sin rumbo alguno. Te refugias debajo de un porche de madera, a tu lado buscas una persona para poder salir del agujero en el que te encuentras, pero solo encuentras soledad. En las grandes pantallas de la ciudad retumban los nombres de aquellos que más ama todo el mundo. Con rabia y impotencia, lloras, caes al suelo rendido como una muñeca de trapo, tus ropas se ensucian y aquello con lo que habías soñado se desvanece, todo queda allá en la eternidad. Los sueños caen como meteoritos que rasguñan tu piel,y te dejan magullada hasta que tus gritos se ahogan en un pozo. Tus sollozos para salir no los oye nadie, eres alguien olvidado en el mundo. Nadie quiere seguirte, nadie quiere saber quién eres. Simplemente no existes. Y por mucho que intentas avanzar hay algo a tu alrededor que te oprime, y no te deja, y ves como todos van hacia delante y encuentran su momento, su vida, tu quedas atada a lo que no podrás desatarte nunca más. Eres preso de tus propios pensamientos, y de tus propios sueños. Las cadenas están atadas a tus extremidades y tu boca esta sellada con el silencio de la impunidad. Cegada te has quedado al ver los crímenes de la humanidad, y sin oído al escuchar los gritos de aquellos que más necesitan tu ayuda. Intentas no llorar, pero todo se convierte en el viene y va de esta puta sociedad.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Tiempo atrás...


No puedo evitar borrar esos recuerdos del pasado, ese amor que quedó flotando en el aire. Miro esas fotos en las que aún éramos amigos, luego dijiste que fui yo, que había cambiado que todo lo que éramos quedara en el pasado. Y por mucho que lo pienso yo no cambié, tú no supiste confiar en mí, y eras todo lo que yo más amaba eras el amigo más preciado en quien más yo confiaba. Y el recuerdo se borra junto con mi sonrisa, al lado de tus palabras. Me gritabas que ya no me querías ver, que ella te había conquistado y llorando te había dicho que yo le hacía daño. No pude creer el momento en el que te perdí, y ahora te extraño. Extraño nuestros momentos pasados, esas sonrisas que me robabas, incluso ese beso que quedó perdido...
No puedo ni pensar donde estarás ahora. Ni que harás pero siempre que voy andando por la calle intento buscar tu recuerdo.
Ahora falta de amigos, y con un extraño dolor que me oprime el pecho reflexiono en mi. ¿Qué es lo que hice para perder tanto querer? Lloraré hasta que no aguante mi ser. Pero mi cuerpo no aguanta tanta presión. No puedo escuchar más insultos ni más malos tragos, no puedo llorar más por algo que tengo que olvidar, pero si intento no pensar todos vienen a mi pesar.
¿Qué desgracia hay en mí que amigo que tengo amigo que pierdo? Tan mala soy, tanto daño hago. ¿Es mi forma de ser quizás?¿O es mi forma de pensar?
No sé si puedo cambiar. Intentaré des de lo más profundo de mi corazón ser algo para ti. Haré que todas tus sonrisas salgan de mis palabras, y que tus llantos se borren con un abrazo.
Una historia triste, tal vez desordenada, pero mi cabeza no es para nada clara ni fácil de entender, es quizá eso lo que me hace diferente. No puedo con palabras explicar todo lo que hay en mi pesar, todo se borra junto a una sonrisa que un día lució firme, ahora sólo quedan cenizas de lo que fue un tiempo feliz. Sólo quiero alguien para compartir todos esos momentos que no pude disfrutar, y que tuve que aguantar tus palabras y oírme decir hipócrita.