martes, 10 de abril de 2012

Cambios


¿Chute de felicidad en poco tiempo? Sí. Sonrisas escondidas, besos y cobardías habían hecho de esos pocos momentos memorables. El primer número par se había hecho ápice de la situación, sólo tiempo y mirar sus ojos, oír sus palabras e incluso besar sus labios. Lo suficiente para cambiar de parecer alguien que había pasado una parte de su vida en constante ataque con el mundo, sin esperar nada a cambio, sin querer atarse ni perderse. ¿Qué necesidad había pues, de encontrar semejante persona? No había tal necesidad simplemente pasó a formar parte de un momento en concreto y dio paso a un cambio de mentalidad efectuado de manera involuntaria y rápida. No quería quizá despertar de esa burbuja tan repentina y alentadora, pero cabe decir que había causado en ella un efecto relajante que sin duda necesitaba, quería y hacía tiempo que no sentía. El dolor no formaba parte ya de una expresión de su cara, pesé a que tiempo atrás una mueca de silencio se cernía a sus extremadas expresiones cegadoras. El aliento y la sonrisa habían inaugurado en sí un apogeo de sentimientos contradictorios que se entumecían en su alma. Volvía a sentir con claridad y distinción, sabía decir que es lo que sentía. Al respirar sus ojos miraban de otra manera al despertar, se enfrentaba a la dura realidad con aún más razones de las que ya había sido dotada para plantar cara a un mundo cruel. El sonido de lo apetecible se mezclaba en su mente formando tonos luminosos y pasteles, que pintaban en si un bonito lienzo de atajos primaverales. El rumor de las olas se postraba ante ella dejando un sabor dulce del cual no quería escapar. La euforia del momento daban de sí para seguir soñando, pero no abandonaría un barco por muchos golpes que tuviera, no abandonaría un bote dejando en él un corazón. Creía volver a sentirse capaz de avanzar en línea recta reforzando a cada paso que daba, dando sentido a un camino con destellos y sueños. Sus pies tocaban de manera descalza el arcén que ya pisaba, no olvidaba que su vida allí a bajo tenía un recorrido, pero ahora volvía a poder dejar expresar una parte de sus sentimientos ya no tan negativos como antaño para el porvenir. A prior hubiera dudado de semejante forma de entrever una relación, ahora podía decir que la veía alegremente. El futuro quedaba lejos más allá de la mar, en su barco estaba montada con rumbo al progreso, al descubrimiento, y qué, con cada uno de estos se sintiera más aferrada gritando libertad a pleno pulmón. El eco de su corazón ya no estaba vacío ahora latía con perseverancia, creyendo y amando aquel tesoro que había encontrado y que quería conservar con sumo labor, no se creía aun meretriz de tal trofeo, de tal trato constante, aún así lo deseaba y le contentaba. El silencio creaba un si de gozo incomparable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por comentar! Siempre es un placer conocer las opiniones de los demás.