lunes, 27 de febrero de 2012

En una esquina.

Recorría las calles de Barcelona con sus gafas de pasta de color verde fosforescentes, una sonrisa en sus labios y muchas ganas de disfrutar de cada uno de los momentos que le pasaban por la cabeza. Bajaba las calles de paseo de Gracia como quién no quiere las cosas. ¿Su indumentaria? La de siempre, un jersey bien ancho y debajo una camiseta de algún grupo de música, unos pitillos y sus deportivas negras. Cantando como siempre alguna alegre canción que le motive a seguir de nuevo sus pasos. Anda despreocupada, sin pensar ya que qué pensarán de ella los demás. La felicidad la embriaga, ya ha superado esa etapa de amargura en la que vivía encerrada por los fantasmas de un pasado que no la dejaban avanzar. Va dando saltitos hasta que llega a la esquina del edificio del Fnac en plaza Cataluña. Allí saca su mejor sonrisa y un buen salto y se abalanza sobre sus amigas, que contentas por su felicidad le dedican una sonrisa llena de orgullo y emoción por ver sonreír una alma en pena.
El buen tiempo las acompaña y durante el día disfrutan paseando por el mar, por las tiendas, probándose ropa, vistiendo atuendos estúpidos, silbando a los chicos guapos, tomando un café hablando de sus cosas. Al caer la noche pasean por la calle de Marina y se sube a un pequeño poste, extiende los brazos y se siente libre por una vez. Ya nada le ata, por fin siente que respira aire puro, que sus pulmones se llenan de palabras tales como alegría. Que ya no le preocupa encontrar o no el amor. Hay mucho tiempo por delante, y muchos caminos que recorrer. Y cuando aparezca le recibirá con los brazos abiertos. Porqué sabe, que aún no a aparecido, pero que se esconde en cualquier esquina.


Sin pedirlo ni quererlo ya le toca ser algo feliz.

2 comentarios:

  1. Quizas alguien se precipito en sacar deducciones sin tener un lugar fijo por donde sostenerse. Tubo la sensación de que habias encontrado a otra persona con quien compartir tu vida. Prefiero no deducir las cosas por mi mismo. Habre sido borde, distante, o como prefieras verlo por ti misma. Pero realmente me alegro que te sientas como has descrito mas arriba. Prefiero que algun dia podamos hablar y explicarnos q nos paso. Ese dia llegara... Cuando? no lo se... Ya llegara...

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  2. Claro que podemos, tan sólo tienes que decirme cuándo te apetece, últimamente he estado de exámenes y no he podido estar muy por la labor. Ya me dirás si quieres.

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