lunes, 19 de marzo de 2012

¿Quizás sea...?


Hacía tiempo que se había cansado de ser cómo las demás, había perdido las ganas de lucir el palmito frente a cubos de basura sin ideas ni ideales. En su corazón la libertad rugía como un motor de una motocicleta, por sus venas corrían miles de pentagramas llenos de negras y corcheras, miles de sinfonías diferentes, de rock, de jazz, de punk. En su cabeza recorrían miles de ideas alocadas vestidas de colores y de ganas de aprender de la vida ya aburrida con tener que verlos cada día. Estaba cansada de su vanidad reiterada de esas miradas de superioridad al creerse más por vestir de Prada o de pollas en vinagre. El sueño de su vida era recorrer las calles haciendo llegar su voz y sus ideas a todos los que pudiera, compartir cultura, viajar y nunca dejar de aprender. Se sentía un león encerrado en una jaula con monos adiestrados a golpe de remo. Sentía que en su sangre corría el valor de seguir adelante aún sintiéndose impotente ante ellos. La cosa cambió radicalmente cuando hace un año se desprendió de un chupete y una cadena que la tenían atada a unos ojos engañosos que sólo valían a ratos y por su tercera pierna. Se sentía más que libre de hacer lo que quisiera, y aún no siendo la más guapa ni la más refinada de todas sus amigas tenía algo, algo que hacía que todos los hombres se giraran al pasar, que sentía que las miradas se centraban en su peculiaridad, en sus pocas virtudes y en sus muchos defectos tal y como ella sentía. Sus miradas eran presa de su poco ego, alimentado por miles de críticas ya recibidas con anterioridad, y que ahora no conseguía redimir en su mente, que la atormentaban noche y día, cuando se levantaba por las mañanas y cuando dormía por las noches. ¿Qué tendrán sus ojos? ¿Qué tendrá su mirada que a todos emboba? ¿Que hay en su mente, en su personalidad que atrae a los que le rodean? Ella misma no era capaz de responder a tan duras preguntas que algunas veces le habían hecho sus fieles compañeras. No sabía que había de peculiar en su comportamiento poco femenino, en su gusto por la cerveza, el sexo e incluso los videojuegos. Tampoco sabía si se trataba de su gusto por las películas de ciencia-ficción, su afición a los libros, sus peculiares gustos, y su forma de vestir tan poco sexy. No era capaz y no creía a nadie capaz de responder con eso. Quizá robaría muchos corazones pero eso no quería decir que ella fuera feliz haciéndolo, ella huía de un dolor que aún la perseguía, de un miedo de volver a ser esclava de las palabras de un macarra con ganas de molestar al personal, o de algún buen orador que supiera engañarla. Quería ser una mujer libre para volar el mundo a su manera, esclava de sus pensamientos y de sus miedos, pero de momento no se veía capaz de afrontar nada con firmeza. E incluso luego de haber sido dicho friki, especial y rara ella seguía orgullosa siendo quién era, temiendole a volver a perderse en los ojos del mar bravío.

2 comentarios:

  1. En una jaula te ves encerrada, sus barrotes están tan aferrados a ti que no te das cuenta que están hechos de goma. Se pueden doblar, les puedes dar forma, no son de hierro, tu eres quien los dobla hacia la libertad tan esperada... Tu controlas tus sentimientos, no te dejas dominar por un pozo sin final, oscuro por dentro, brillante por fuera. Es fácil entrar, pero por dentro sabes bien que no estas allá. Vives el presente y sabes donde estas. Tus vicios te desvían, pero en el fondo sabes bien que sientes, que hechas en falta...ya estas cerca... sigue y lo encontraras...

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    1. http://www.youtube.com/watch?v=GUdJzhmuh1I&feature=related

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