viernes, 4 de septiembre de 2009

Personalidad.


La muchedumbre avanza dirección sur, edificio alto, muchas luces, y una niña sola. Allí en la sede mundial por la Paz, dos directivos pelean por cuál és el mejor equipo de football.

Una niña pequeña, avanza por el pasadizo que conduce al despacho de su padre, en la mano lleva un osito pequeño. Al llegar al despacho ve a su padre peleando con su vecino.

-Papá...- susurra la niña.

El padre no la oye y sigue con su dictaminada pelea.

-¡Papá!- grita finalmente la niña.

El padre se gira. La mira se acerca a ella le da un beso y la coge.

-¿Qué haces aquí cariño?-pregunta el padre extrañado.

-Te he venido a ver, por que en el cole no se creen que mi papá trabaja para la paz.

El padre se queda estupefacto, mirando su compañero mientras piensa.

No se qué ejemplo le voy a dar a mi hija, pero des de luego no el de la guerra.


La personalidad és lo que nos distinge, lo que hace que todos seámos diferentes, que vivamos la vida a nuestra manera. Pero intentamos demasiado seguir la muchedumbre, seguir lo que nos dicen que tiene que ser lo correcto, lo estipulado.

Lo que todo el mundo hace. Pero és díficil encontrar personas con la suficiente personalidad para romper las barreras de esta sociedad que nos corrompe , para analizar cada palabra a cada paso, a cada acción. Somos por antolomásia, una sociedad repleta de tópicos depravados de díficil agrado, de grandes urbes aplicando modas a los mas sumisos, no dejamos pues, de dar un mal ejemplo a las generaciones que nos siguen para ir andando de mal a peor.

Cometemos errores que nunca podremos borrar del pasado, errores que quedan grabados para los siglos y los siglos que nos quedan. El hombre és el único animal que tropieza con la misma piedra una y otra vez , por que tenemos una capacidad de razonamiento realmente casi inexistente, ya que des de pequeños somos educados, para sí parecer que lo entendemos pero hacer caso omiso a lo que se no está tratando de enseñar.

La cruda realidad del momento esque las generaciones que crecen no entienden de paz, ni dialogo, solo violencia. Por lo tanto no podemos avanzar en el terreno médiocre. Caminamos por un camino lleno de espínas, y todo y que sabemos que esta lleno de espínas nos pinchamos con cada una de ellas. Solo una o dos personas de las diez que avanzarán serán capazes de rectificar sobre su error.


Sociedad anónima , llena de prejucios, stop ahora.


Att. Yaiza

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