jueves, 15 de diciembre de 2011

Vive

No descansa el alma condenada, que vive atrapada en una jaula acristalada, sus sollozos y sus gritos no se oyen debido al material del cubículo en el que se encuentra encadenada, de manos y pies obstaculizando cualquier movimiento provocando la caída repentina, así pues en sus ojos de marrón revestido ahora sólo se pueden ver lágrimas negras que caen sin cesar. Grita, y vuelve a gritar, esperando una ayuda, un socorro, un auxilio. Amante de aquello que lo hace todo bello está condenada a no ver lo que hay a su alrededor, y a volverse loca lentamente, cada día un poco más. Enloquece con el paso de las horas y de los minutos, busca un rincón en su lúgubre cela para respirar hondo y volver a intentar el salir de ese maldito sitio endemoniado que la hace presa de sus pensamientos des de que el tiempo es tiempo, abandona pues así todo intento de volver a resurgir, de que sus alas se extiendan y volver a volar, porqué por cortar, le han cortado hasta la libertad. No sabe como expresar lo que siente ni cómo se ve, y decidió volverse sirena y ponerse a cantar y rebramar, en lo que la experiencia le dice que busque otro camino para decir lo que siente aunque este este perdido. Quiere encontrar su musa y busca en el suelo algún objeto para que le de un simple deseo. Habita en su corazón la fuerza de la voz y de la melodía dándole un silencio que acuna las lagunas de su mente.

Y empieza el dulce recital de una voz al despertar, junto al alba surge su encandelada alma, sus besos robados, sus caricias perdidas. Aunque el silencio termine y se vuelva cuanto menos agradable rompiendo los estridentes alaridos que enunciaban su pena y su condena, ahora son anunciados con más gracia, suenan al son de un saxofón, su fuerza e intensidad rompen las barreras de lo nunca visto aunque sólo sea en su cabeza consigue romper las paredes de lo que no está escrito, de esos sentimientos que le hacen quebrantar el bramido del negro mar bravío. La luna le acompaña en su camino para de nuevo encontrarse a su imaginación rondando vistiendo un verde y colorido, esta le mira y le coge de la mano, la lleva corriendo por un pasadizo todo aterciopelado, su piel desnuda siente el sosiego de las caricias de algo nuevo, algo que había olvidado... Y finalmente llegan a una sala toda decorada, con miles de matices de colores, y sus pupilas de dilatan como habían echo antaño regalando a su cerebro miles de mezclas. 

Y en su dulce cuerpo vuelve a florecer la vida lentamente.... 

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